¿Por qué recomendaría esta asignatura?

Recomendaría esta asignatura sin dudarlo, pero con una advertencia necesaria: no es una clase cómoda.

Un curso que transforma

No se trata de memorizar conceptos ni repetir frases sobre igualdad. Es una experiencia que te confronta, te interpela, te transforma. Si uno se lo toma en serio, puede cambiar la forma en que se entiende a uno mismo... y al mundo.

Este curso me ayudó a ver que el género no es algo que “tenemos”, sino algo que hacemos todos los días. En cómo hablamos, a quién interrumpimos, a quién escuchamos...

Tip

Desde la psicología del género, Aznar (2002) explica cómo estas construcciones afectan la autoestima, la expresión emocional y la percepción de valía personal.

Un curso necesario en todas las carreras

No importa si estudias ingeniería, medicina, derecho o economía. Las desigualdades de género atraviesan todos los campos. Y si no aprendemos a verlas, las seguiremos reproduciendo sin querer.

Este curso da herramientas para romper ese ciclo.

Contra el miedo, pensamiento crítico

En un contexto donde los discursos conservadores quieren borrar la palabra “género” del aula, esta asignatura defiende el pensamiento crítico.

Caminotti y Tabbusch (2021) lo dicen claro: los embates neoconservadores quieren restaurar jerarquías tradicionales. Esta materia, en cambio, educa para la libertad, la justicia y la empatía.

Un cierre personal

Más allá de lo teórico, este curso me dejó herramientas emocionales. Aprendí que no tengo que ser el hombre que me enseñaron a ser. Que puedo dudar, pedir ayuda, cambiar.

Por todo esto la recomendaría: porque necesitamos más espacios que no nos digan cómo pensar, sino que nos ayuden a pensarnos a nosotros mismos.